miércoles, 1 de abril de 2009

gato

(Del lat. cattus)

Todo estaba saliendo demasiado bien. Y ella pensó "aquí hay gato encerrado". Es curioso cómo a veces tenemos miedo a recibir pensando que si después lo perdemos, será peor. Y entonces, inventamos excusas para autoconvencernos de que aquello no tenía sentido y lo dejamos pasar. Nos protegemos, sí. Y también nos quedamos más vacíos. Entonces, a ella se le vino a la cabeza aquello de..."Voilà, ma petite Amélie, vous n'avez pas des os en verre. Vous pouvez vous cogner à la vie. Si vous laissez passer cette chance, alors, avec le temps, c'est votre coeur qui va devenir aussi sec et cassant que mon squelette. Alors, allez-y, nom d'un chien!".
Ella sonrió y dejó al gato en libertad.