viernes, 24 de diciembre de 2010

soltero

(Del lat. solitarĭus)

Tenía antojo de matrimonio. Un matrimonio acompañado con vermut de grifo. Anchoa y boquerón era uno de sus pinchos favoritos. Le sabía a gloria. También el matrimonio con hijo, o sea, con aceituna. Pensándolo bien era lo más cerca que iba a estar del matrimonio.
Porque...

Ella de casarse hubiera sido con un superhéroe,
pero los superhéroes quieren ser solteros
como Ella*

*pequeño homenaje a Gloria Fuertes
y su poema Yo de casarme hubiera sido con un dios

domingo, 5 de diciembre de 2010

releer

(Del lat. relegĕre)

Últimamente a Ella le había dado por releer libros y novelas. Encontraba un placer agridulce en leer de nuevo las frases y párrafos que hace años subrayó a lápiz o las páginas señaladas con esquinitas dobladas que indicaban que ahí había algo con lo que se sentía identificada. No todos los libros estaban marcados y esos los volvía a colocar en la estantería y se quedaban sin releer. Esa noche tenía en sus manos Lo raro es vivir de Carmen Martín Gaite. Comenzó a leerlo el 28 de septiembre de 1996. Lo sabía porque en casi todos sus libros Ella ponía fecha y firma. Lo raro es vivir... Ya el título inspiraba tantas cosas... Pasó las primeras páginas, portadilla, portada, dedicatoria, cita, y encontró subrayado el párrafo que da inicio a la novela.

"Hay veces en que lo normal pasa a extraordinario así por las buenas y lo notamos sin saber cómo. De entre la sucesión no contabilizada de gestos, movimientos y vislumbres que van engrosando la masa amorfa de lo cotidiano, se separa de los demás uno de ellos, aparentemente insignificante, y salta como la nota discorde de un pentagrama, se queda resonando por el aire con zumbido de moscardón, qué pasa, ha habido una avería o esto significa el comienzo de algo nuevo, nos miramos las manos, las rodillas, qué es lo que se ha transformado, hacia dónde enfocar la atención, no sé. Y sobreviene el miedo o la parálisis."

Tras su erizante viaje retrospectivo a través de frases subrayadas que Ella pensaba que hoy habría vuelto a subrayar tal cual, volvió al principio. A la página de la dedicatoria. Porque en ella se condensaba el mensaje de Lo raro es vivir:

Para Lucila Valente,
siempre sacando la cabeza
entre ruinas y equivocaciones
con su sonrisa de luz

"Lo raro es vivir (...), y lo más raro es que lo encontremos normal".

jueves, 2 de diciembre de 2010

alboroto

(Quizá del latín volūtare, agitar, cruzado con alborozar, que procede del árabe hispánico alburúz, que a su vez viene del árabe clásico burūz, parada militar previa a una expedición)

Ella tenía cosquillas en el estómago. Sólo podía pensar en su superhéroe. Era un superman misterioso por el que había comenzado a sentir una atracción de esas de "no me preguntes cómo ha pasado". El caso es que superman había llegado volando a su cabeza y se había plantado ahí con la pancarta "no, no, de aquí no me moverás". Se le hacía raro ver a superman en plan piquete pero en estas cosas del amor, una no puede elegir. Llega y llega. Por supuesto, con tanto alboroto mental Ella no era capaz de pensar claro. Así que decidió no pensar. No pensar era algo realmente nuevo. Iba contra su natura de pensatriz. Pero es que Ella estaba harta de hacer lo que se suponía que debía hacer una pensatriz. Al dejar de pensar comenzó a sentir más fuerte las cosquillas en el estómago. Con tanta cosquilla le dio un ataque de risa que, a su vez, desencadenó un ataque de lágrimas. A Ella le gustó tanto la experiencia, ese alboroto de sensaciones, que decidió a partir de ahora pensar menos. Y quizá debería cambiarse el nombre a Sensatriz...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

hipnotizar

(Del ingl. to hypnotize)

Se sentía atraída irresistiblemente. Como un imán. Y todavía no había llegado a comprender por qué no quería escapar de él. Así que ella pensó que quizá estaba hipnotizada. Sí, era eso. Para qué luchar. Se dejó hacer. Y tocó el cielo. "¡Un dos tres! Despierta!" No recordaba nada. Lo primero que vio frente a ella fue una mirada que desbordaba un misterio muy especial. Pensó que se sentía atraída irresistiblemente. Como un imán...

martes, 9 de noviembre de 2010

tejemaneje

(De tejer -del lat. texĕre- y manejar -del it. maneggiare-)

Ella se preguntaba qué se hace cuando uno no sabe qué hacer. Cuando no sabes por dónde tirar. Y, peor aún, cuando ni siquiera quieres tirar. Sólo quieres darle "tiempo al tiempo". Pero también sabes que "dando tiempo al tiempo, el mozo llega a viejo". Y desde luego "tiempo ido, nunca vuelve". Aunque, por otro lado, "el tiempo lo pone todo en su lugar". Y si fuese un poco sabia debería practicar eso de "buen seso tiene el que toma el tiempo como le viene". Qué lío. Con tanto tejemaneje refranero se estaba enredando de la manera más tonta. ¡Ni el gato Félix lo haría mejor! Así que decidió volver a intentar encontrar su respuesta. Pero pensó que esta vez sería más seguro recurrir a la poesía y a la gran Gloria Fuertes...

"Me dijeron:
o te subes al carro
o tendrás que empujarlo.
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta
y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron las amapolas"

martes, 26 de octubre de 2010

grito

(de gritar, del latín quiritāre, dar grandes voces)

Pero por qué tanto grito. Sin motivo. Gritar a quienes sabes que lo aguantarán es cruel. El grito es un elemento puntual del lenguaje, una llamada de atención, una respuesta al miedo o a la sorpresa, un escape al enfado o un canto a la alegría... Pero nunca el grito es un lenguaje en sí mismo. A ella no le gusta que le griten. Tampoco le gusta gritar, y sin embargo, cuando te sientes atacado, a veces cometes el error de gritar también. Pero ya no más. No más gritos. Ella no volverá a entrar en ese juego. Juego que debilita nuestro equilibrio y nos aleja de quienes queremos. Y a quien necesite gritar, ella le aconseja que pruebe con kiai!

lunes, 18 de octubre de 2010

charlar

(Del it. ciarlare)

en la radio sonaba "nada podrá salvarte". ella pensó que se abalanzaría por sorpresa sobre él... y así, con la intensidad inesperada del cuerpo a cuerpo, le daría un suave y dulce beso en los labios... y le sentiría... sentiría cómo él quiere más. le desabrocharía un botón de la camisa y luego otro, y otro, y pasearía sus labios por su pecho desnudo... todavía sobre él, ahora a horcajadas, sus manos buscarían deseosas el botón de su pantalón. se lo desabrocharía de un tirón. ella, ansiosa como es, comenzaría a bajar la cremallera de su vaquero. y su mano le encontraría. Apoteósico... estaría muy nerviosa y antes de seguir, desearía mirarle. Le miraría. y él sonreiría porque sabría que ella era suya. y ella sonreiría porque él no sabría todavía que ya era suyo. le besaría esta vez con locura queriendo que ese momento fuese infinito... sí, ella pensaba que entre charlar o besar, siempre elegiría un beso.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

cuatro

(del lat. quattŭor)

... "así que, a disfrutar, que la vida son tres días". Salió del Centro de Pontones diciéndose que efectivamente la vida son tres días, tres... y tres son multitud. Y tres eran los cerditos y los tres mosqueteros. Luego estaban les tres bessones -las tres mellizas- aunque a Ella le gustaban más the powerpuff girls -las supernenas-, que también eran tres. Tres semáforos para llegar al portal. Y tres pisos para subir a casa. Ella siempre comía a las tres. "A la una, a las dos y a las tres!" (broma que hace papá). Así que se sirvió una copita de vino, vino de tres hojas, mientras cocinaba una comidita rica para celebrar las buenas noticias. Puso el CD Alegria de Antònia Font, y aunque le hubiese gustado elegir la canción número tres, eligió la cuatro. Es su favorita. Nada es perfecto, menos mal. Alpinistes-samurais, cosas más raras...

jueves, 9 de septiembre de 2010

regadera

(Del lat. rigāre con sufijo -dera, variante popular de -torĭus)

Más de las 4 de la madrugada y seguía despierta. Tampoco es que fuera algo raro en Ella, de naturaleza irremediablemente noctámbula. Pero es que a la mañana siguiente yo tenía que madrugar porque asistía a un webinar, uno de esos talleres-seminario que se transmite vía web. Y claro, si Ella pensaba, a mí me tocaba escribir. Y si al menos estuviera pensando algo interesante... En fin, que Ella estaba como una regadera.
Lo estamos. Las dos.

martes, 31 de agosto de 2010

rebelde

(Del lat. rebellis)


Ella dejó de querer ser diferente cuando descubrió que siendo una del montón era mucho más libre para hacer cosas diferentes.

miércoles, 25 de agosto de 2010

bicicleta

(Del lat. bi-, dos o dos veces, y de cyclus, éste del gr. κύκλος, círculo. En inglés se adoptó como bicycle y en francés como bicyclette en 1880, de donde deriva en español)

Primero fue una Bianchi que papá le trajo de Alemania. Tenía las ruedas gruesas en plan todoterreno y era diferente a las demás bicis del pueblo. Con los años, llegó la BH. Azul. La compraron en "casa Gilsanz". También se transformó en una bici diferente porque su padre cambió el timbre por una bocina gigante que sonaba de miedo, inconfundible. Su padre viajaba mucho porque era conductor de autocar y siempre traía sorpresas de Europa que eran lo último. Pero se la acabaron robando en un verano que se puso de moda pasar con una furgoneta por los pueblos y arramplar con toda bici viviente. Fue un gran disgusto aunque al año siguiente papá la llevó a "casa Filín" y eligieron una flamante BH de ruedas más grandes. Verde. Allí sigue, en el cobertizo de la casa del pueblo. Cada verano su padre la sigue poniendo a punto para Ella, como si todavía fuera una niña. Y cuando Ella llega, lo primero que hace es ir a verla. "¡Salgo a dar una vuelta con la bici!", grita desde el patio. Es comenzar a pedalear y todo cobra una dimensión distinta. Como si nada pudiese afectarle. Este verano fue especial porque Ella vivió un reencuentro con las cosas sencillas de la vida, un estado de no-complicación. Y a la hora de marchar, sintió lo mismo que cuando era pequeña. No quería irse. Ya subida en el coche de papá, mientras se alejaban, se giró para ver cómo las casas se iban perdiendo para dar paso a los campos de girasoles, a los pinares... y, tal y como ocurrió durante muchos años atrás, brotaron las lágrimas.

domingo, 27 de junio de 2010

lunar

1 (Del lat. Luna porque su aparición se atribuía al influjo de este astro)
2 (Del
lat. lunāris, perteneciente a la luna)

Ella nació un lunes bajo el influjo de la luna. Tiene un lunar en la espalda. No es el único lunar que tiene pero sí uno de los más grandes. Su horóscopo dicen que es el signo de los lunáticos, seres que padecen locura, no continua, sino por intervalos. Ella pensaba que quizá sí era un poco lunática. Pero sobre todo, lo que ella era es un ser completamente lunar.



Moon River, wider than a mile,
I'm crossing you in style some day.
Old dream maker, you heartbreaker,

wherever you're going I'm going your way.
Two drifters off to see the world.

There's such a lot of world to see.
We're after the same rainbow's end,

waiting 'round the bend, my huckleberry friend,
Moon River and me...


martes, 27 de abril de 2010

arcoíris

(Del lat. arcus + iris)

Se avecinaba tormenta pero ella todavía no lo sabía. Igual que no sabía que esa tormenta marcaría por fin un "ya no hay vuelta atrás". Aquella tarde había salido de compras. La época de rebajas estaba avanzando y no se había dado ningún capricho. Compró un vestido y una camiseta Mamatayoe. Dos "trapitos" -como solemos decir las chicas- con adornos de fieltro y con cinta ziz-zag de colores. Tenían un aire muy gracioso, muy en su estilo más de niña que de mujer. Colorines. A ella le encantaban los colorines. Al caminar hacia casa, se echaron encima unos nubarrones grises de tormentón de verano. Es sorprendente cómo a veces sin buscarlo entran en nuestra vida personas grises que pueden llegar a absorber lo mejor de nosotros para convertirlo en energía negativa. Entran disfrazados de luz y color y cuando te han deslumbrado, por sorpresa, comienzan a minar tu autoestima, como si no pasara nada, como si te lo estuvieras inventando. Ella pensaba que el peor error es creer que puedes conseguir que un espíritu gris se pase al lado colorista. Los espíritus grises no suelen cambiar. Pondrás lo mejor de tu parte, confianza, ilusión, amistad... pero es una búsqueda de lo inexistente. Aceptar la derrota duele porque nos hemos dejado mucha energía en el camino. Pero hay que aceptarlo y salir corriendo sin mirar atrás.
Al llegar a casa, Ella estaba empapada. El tormentón le había pillado de lleno. Decidió darse una ducha. Y ya, más relajada, se probó la ropa. Estaba guapa. Se reconoció "mágica". La música que salía a todo trapo de un coche le hizo asomarse a la ventana. Ya escampaba. Miró hacia el cielo y sí, allí estaba el arcoiris. Luego miró al suelo y sí, la luz había creado un deslumbrante sendero. Con el arcoiris, el sendero, la música, su ropa nueva... así, asomada a la ventana, se sintió la protagonista de la película. Fin.

sábado, 13 de marzo de 2010

bicho

(del dialect. bicho, y éste del lat. bestĭus, bestia)

wall-eSe preguntaba el porqué de esa manera suya de ser. Tan metida en su mundo. Siempre, bueno, casi siempre, le costaba salir y relacionarse. Arrancar. Luego, es cierto que, una vez con los amigos, disfrutaba como el que más. Pero su primer instinto era quedarse en casa o salir a dar un paseo sola o tomar un café al sol sola o incluso hacer alguna escapada sola. Ella pensaba que su comportamiento se salía de lo común. Porque vivía en plan Wall-e, como si fuera el único habitante del planeta Tierra. Aunque a veces se enfada por ser así, está aprendiendo a aceptarse como lo que es. Un bicho raro.

miércoles, 3 de marzo de 2010

iluminación

(del lat. illuminatĭo, -ōnis)

Ella pensaba que todos deberíamos tener un árbol de Bo como Siddhārtha. Un árbol de la iluminación que nos echase una mano con las dudas. Pero llegar al punto al que llegó Buda no es fácil. Para él, la gran iluminación fue averiguar que para liberarnos del sufrimiento, debemos comenzar por nosotros mismos. Porque el sufrimiento nace del deseo y lo que nos pone tristes es no conseguir lo que deseamos. Así que es tan sencillo y tan complicado como ser capaces de desear sólo lo que se quiere desear, ser dueños de nuestros propios deseos y no al revés. La pregunta del millón es ¿cómo sabemos cuáles son los deseos que podemos conseguir? los que no nos harán sufrir...

sábado, 13 de febrero de 2010

tiempo

(del latín tempus)

Era una de esas tardes de sábado que dedicas el tiempo a ordenar papeles. De esas tardes en las que te ayuda estar haciendo cosas manuales, prácticas, porque parece que uno se preocupa menos cuando mantiene ocupadas sus manos. Ella encontró la caja llena de recortes de revistas que nunca se decide a tirar. Porque hubo un tiempo en que hacía collages y se dedicaba a recortar aquí y allá objetos, palabras... casi siempre cosas pequeñas. Sólo una vez recortó un texto de un artículo casi entero, que se titulaba 'tiempo al tiempo'. En aquel momento Ella era demasiado joven para identificarse porque no le había dado tiempo a tener muchas experiencias, pero era tan bonito que lo recortó. Ahora, al releerlo, Ella pensó que lo entendía demasiado bien. Se arrepintió de no haber recortado la firma también, porque le era imposible recordar el nombre del escritor. Aunque sus palabras permanecen.

Tiempo al tiempo
No conozco tu rostro, tu edad, tu cuerpo ni tu biografía, dama abstracta y presumiblemente desolada. Doy por supuesto que tu voluntario, pragmático o sufriente rechazo del otro sexo lo ha provocado el desamor, el hastío, la traición o un exceso de heridas que todavía no han cicatrizado en tu corazón. Habías nacido para el amor pero también para la guerra, para entregarte a la pasión y para el ataque más feroz si te sientes acorralada, esclavizada o degradada por aquellos que no mimaron el amor que les diste. Te largaste tú, pero ya conocías el lamentable significado de la palabra 'decepción', la perpetua guerra entre la realidad y el deseo, la perdurabilidad de la magia. Te hiciste amiga de tu soledad y con frecuencia la odiaste. Te quisiste y te sentiste perdida. Tenías hambre de vida aunque ya conocieras el significado de la supervivencia. Rompiste más de un corazón y alguna vez estuviste a punto de que volvieran a arañar el tuyo. Conociste la legalidad sin glamour y el canalleo con gracia, las apariencias brillantes y la autodestrucción llorona. Oíste infinitas quejumbres de fulanos que se tiraban contigo el rollo de la amistad y el desamparo, cuando sólo pretendían follarte. Te hartaste, te encerraste en ti misma, renunciaste a encontrar la plenitud al lado de un hombre. Sé que tu huelga es pasajera, que volverás a salir a la vida después de conocer su anverso y su reverso, que tu piel volverá a erizarse y tu imaginación a soñar, que recorrerás un camino largo y dificultoso, pero que volverás a amar y ser amada.