viernes, 24 de abril de 2009

lluvia

(Del lat. pluvĭa)

Le gustaba el olor a lluvia. Y la canción good morning de Singing in the rain con su clacketeo incluido. Y también pasear bajo la lluvia meona, sí, esa llovizna que te va calando sin darte cuenta y que por eso también se llama calabobos. Y le gustaba además la lluvia de estrellas fugaces, mirar al cielo y esperar a sentir ese sobresalto ilusionante cuando por sorpresa aparece un bólido estelar. Y antes de que se escape, corriendo la estrella fugaz y corriendo ella, pedir un deseo. Pedir un deseo... ¿cuándo fue la última vez que pidió un deseo? Y pensó que era una buena mañana para dar la bienvenida a nuevos deseos. Good morning deseos!!! Y se puso a cantar...

lunes, 13 de abril de 2009

kiai

(representa los ideogramas kanji japoneses 気 合
siendo Ki, energía vital, y Ai, equilibrio o armonía)

Ella pensó que le haría bien. Liberar el exceso de energía que venía acumulando, con una expulsión brusca desde el Hara, para recuperar el equilibrio mente-cuerpo. Soltó un grito seco. ¡Kiai!
Y no fue suficiente. ¡Kiai! ¡Kiai! ¡Kiai!

domingo, 12 de abril de 2009

juego

(Del lat. iocus)

"Nuestra única solución es acabar la partida". Esta frase llamó su atención. Ella pensó que tenía mucho sentido. Había visto varias veces la película, siempre porque es lo que ponían en la tele, y siempre sin reparar mucho en los diálogos. Era una de esas películas para toda la familia, que entretiene y no analizas demasiado. Y ella siguió escuchando...
- "¿No tienes miedo?"
- "Estoy muerto de miedo pero mi padre me dijo que hay que afrontar lo que uno teme"

sábado, 11 de abril de 2009

imaginación

(Del lat. imaginatĭo, -ōnis)

Sonaba el teléfono. Ella entraba justo por la puerta. Corrió a contestar. Escuchó. No tenía mucho que decir. No se lo esperaba. Se despidió y colgó. Pensó que la vida a veces es una mierda. Y éste era uno de esos momentos. Uno de esos momentos en los que ni siquiera puedes echar mano de la imaginación. Porque la puta realidad te deja paralizado. Estás triste y no hay más. Porque los que quieres están tristes.

jueves, 2 de abril de 2009

ojos

(Del lat. ocŭlus)

Ella tenía ojo clínico. Pero, incluso sabiendo que dada la trayectoria de la historia algo iba a fallar, había puesto todo su empeño en que las cosas saliesen de otra forma. No podía reprocharse nada. Lo había intentado. Y aunque debería estar tranquila en ese sentido, algo le hacía retorcerse por dentro. El hecho es que ya estaba de vuelta en casa. Sus ojos azules miraban completamente perdidos a través de la ventana mientras los lagrimones le resbalaban. Como si no fuese con ella. Tenían que salir tarde o temprano porque llevaba dos días de rabia contenida. Pensó que era tonta. No por llorar. Tonta por haber vuelto a confiar. Pero luego rectificó. No es de tontos hacer lo que se siente. Sino de seres libres y valientes. Y ahora, se dijo, "a otra cosa, mariposa".

miércoles, 1 de abril de 2009

gato

(Del lat. cattus)

Todo estaba saliendo demasiado bien. Y ella pensó "aquí hay gato encerrado". Es curioso cómo a veces tenemos miedo a recibir pensando que si después lo perdemos, será peor. Y entonces, inventamos excusas para autoconvencernos de que aquello no tenía sentido y lo dejamos pasar. Nos protegemos, sí. Y también nos quedamos más vacíos. Entonces, a ella se le vino a la cabeza aquello de..."Voilà, ma petite Amélie, vous n'avez pas des os en verre. Vous pouvez vous cogner à la vie. Si vous laissez passer cette chance, alors, avec le temps, c'est votre coeur qui va devenir aussi sec et cassant que mon squelette. Alors, allez-y, nom d'un chien!".
Ella sonrió y dejó al gato en libertad.