(representa los ideogramas kanji japoneses 気 合
siendo Ki, energía vital, y Ai, equilibrio o armonía)
Ella pensó que le haría bien. Liberar el exceso de energía que venía acumulando, con una expulsión brusca desde el Hara, para recuperar el equilibrio mente-cuerpo. Soltó un grito seco. ¡Kiai!
Y no fue suficiente. ¡Kiai! ¡Kiai! ¡Kiai!