martes, 23 de agosto de 2011

película

(del lat. pellicŭla)

Lo que daría Ella por sentarse ahora a ver una película con él. Bueno, la verdad es que su padre se acabaría durmiendo. Hay que ver cuánto le gustaba acomodarse entre cojines. Pero lo que daría Ella ahora por poder estar en el sofá del salón junto a él, esperando a ver qué peli ponen, sólo para poder oírle soltar -con esa gracia suya- cuando apareciera en pantalla el león de la Metro...



"Yo esta película ya la he visto"

papá, si es que incluso ahora me sigues haciendo reir, pensó. T.Q.



jueves, 31 de marzo de 2011

botella

(Del francés bouteille, y este del latín butticŭla)

Tardó horas en sacar el papel de la botella. Una botella de cristal verde que había llegado a la orilla de la Barceloneta y que, como si fuese cosa del destino -a Ella le gusta pensar eso-, había divisado cuando tomaba un café en una huracanada terraza. Era 2007, a principios de octubre, el día 5 exactamente. Ella lo recuerda porque la escapada que había hecho con una amiga coincidía con las fechas del festival de Sitges. Cuando por fin logró sacar el papelito, el mensaje decía:

si repites cada mañana
'este amor es azul como el mar azul'
llegaré el día que menos lo esperes
y ese día te haré volar
-Superman-

"Este Superman es un cachondo", le comentó Ella a su amiga. En esto que, con tantas risas, un golpe de viento dio al traste con momento tan mágico y se llevó volando la misiva. Lo que sí se quedó Ella es la misteriosa botella verde. En cuanto al estribillo -resulta que el supuesto mantra era parte de una canción de un tal Christian-, suena y suena sin remedio cada mañana en su cabeza. Por el momento, seguimos sin noticias de Superman.

miércoles, 5 de enero de 2011

ilusión

(Del latín illusĭo, -ōnis)

Revolvió en todos los cajones pero no aparecía por ningún sitio, la ilusión. Basta que busques algo para que no lo encuentres, se dijo. Ya de paso, aprovechó para poner un poco de orden aquí y allá. Hizo un montón con la tristeza, y otro con la rabia y la impotencia, recogió algunas migajas de decepción -eran pocas pero muy molestas-, y aprovechó también para borrar palabras escritas en las que Ella ya no se reconocía. De la ilusión, ni rastro. "Yo juraría que no la tiré", pensó Ella. "Ya aparecerá". Y bajó a tirar la basura.

viernes, 24 de diciembre de 2010

soltero

(Del lat. solitarĭus)

Tenía antojo de matrimonio. Un matrimonio acompañado con vermut de grifo. Anchoa y boquerón era uno de sus pinchos favoritos. Le sabía a gloria. También el matrimonio con hijo, o sea, con aceituna. Pensándolo bien era lo más cerca que iba a estar del matrimonio.
Porque...

Ella de casarse hubiera sido con un superhéroe,
pero los superhéroes quieren ser solteros
como Ella*

*pequeño homenaje a Gloria Fuertes
y su poema Yo de casarme hubiera sido con un dios

domingo, 5 de diciembre de 2010

releer

(Del lat. relegĕre)

Últimamente a Ella le había dado por releer libros y novelas. Encontraba un placer agridulce en leer de nuevo las frases y párrafos que hace años subrayó a lápiz o las páginas señaladas con esquinitas dobladas que indicaban que ahí había algo con lo que se sentía identificada. No todos los libros estaban marcados y esos los volvía a colocar en la estantería y se quedaban sin releer. Esa noche tenía en sus manos Lo raro es vivir de Carmen Martín Gaite. Comenzó a leerlo el 28 de septiembre de 1996. Lo sabía porque en casi todos sus libros Ella ponía fecha y firma. Lo raro es vivir... Ya el título inspiraba tantas cosas... Pasó las primeras páginas, portadilla, portada, dedicatoria, cita, y encontró subrayado el párrafo que da inicio a la novela.

"Hay veces en que lo normal pasa a extraordinario así por las buenas y lo notamos sin saber cómo. De entre la sucesión no contabilizada de gestos, movimientos y vislumbres que van engrosando la masa amorfa de lo cotidiano, se separa de los demás uno de ellos, aparentemente insignificante, y salta como la nota discorde de un pentagrama, se queda resonando por el aire con zumbido de moscardón, qué pasa, ha habido una avería o esto significa el comienzo de algo nuevo, nos miramos las manos, las rodillas, qué es lo que se ha transformado, hacia dónde enfocar la atención, no sé. Y sobreviene el miedo o la parálisis."

Tras su erizante viaje retrospectivo a través de frases subrayadas que Ella pensaba que hoy habría vuelto a subrayar tal cual, volvió al principio. A la página de la dedicatoria. Porque en ella se condensaba el mensaje de Lo raro es vivir:

Para Lucila Valente,
siempre sacando la cabeza
entre ruinas y equivocaciones
con su sonrisa de luz

"Lo raro es vivir (...), y lo más raro es que lo encontremos normal".

jueves, 2 de diciembre de 2010

alboroto

(Quizá del latín volūtare, agitar, cruzado con alborozar, que procede del árabe hispánico alburúz, que a su vez viene del árabe clásico burūz, parada militar previa a una expedición)

Ella tenía cosquillas en el estómago. Sólo podía pensar en su superhéroe. Era un superman misterioso por el que había comenzado a sentir una atracción de esas de "no me preguntes cómo ha pasado". El caso es que superman había llegado volando a su cabeza y se había plantado ahí con la pancarta "no, no, de aquí no me moverás". Se le hacía raro ver a superman en plan piquete pero en estas cosas del amor, una no puede elegir. Llega y llega. Por supuesto, con tanto alboroto mental Ella no era capaz de pensar claro. Así que decidió no pensar. No pensar era algo realmente nuevo. Iba contra su natura de pensatriz. Pero es que Ella estaba harta de hacer lo que se suponía que debía hacer una pensatriz. Al dejar de pensar comenzó a sentir más fuerte las cosquillas en el estómago. Con tanta cosquilla le dio un ataque de risa que, a su vez, desencadenó un ataque de lágrimas. A Ella le gustó tanto la experiencia, ese alboroto de sensaciones, que decidió a partir de ahora pensar menos. Y quizá debería cambiarse el nombre a Sensatriz...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

hipnotizar

(Del ingl. to hypnotize)

Se sentía atraída irresistiblemente. Como un imán. Y todavía no había llegado a comprender por qué no quería escapar de él. Así que ella pensó que quizá estaba hipnotizada. Sí, era eso. Para qué luchar. Se dejó hacer. Y tocó el cielo. "¡Un dos tres! Despierta!" No recordaba nada. Lo primero que vio frente a ella fue una mirada que desbordaba un misterio muy especial. Pensó que se sentía atraída irresistiblemente. Como un imán...