Se sentía atraída irresistiblemente. Como un imán. Y todavía no había llegado a comprender por qué no quería escapar de él. Así que ella pensó que quizá estaba hipnotizada. Sí, era eso. Para qué luchar. Se dejó hacer. Y tocó el cielo. "¡Un dos tres! Despierta!" No recordaba nada. Lo primero que vio frente a ella fue una mirada que desbordaba un misterio muy especial. Pensó que se sentía atraída irresistiblemente. Como un imán...
